Dra. Montoya
CEO Diversity Matters
Estamos en una sociedad en la cual se está creando un movimiento y empoderamiento de la mujer. Cada día vemos más mujeres empresarias y en roles ejecutivos cuando antes no las veíamos. Hemos normalizado y aceptado a las mujeres que desean no casarse ni tener hijos. Ahora más que nunca una mujer se empoderada con el amor propio y no con el “valor” que un esposo o hijos pueden darle. Sin embargo, estudios en los Estados Unidos continúan mostrando un desbalance económico en referencia a cuánto las mujeres Latinas ganamos vs un hombre.
En el último censo efectuado en Estados Unidos nos demuestra que una mujer gana 83 centavos por cada $1 que un hombre gana. Pero aún más triste, una Latina gana solo 57 centavos por cada $1 que un hombre gana. Estas cifras son alarmantes. Según un estudio hecho por CNBC esta discrepancia en salarios nos está costando $1.2 millones.
Piensa en un día “normal” de la vida de una mujer Latina promedio en Estados Unidos. Tiene que levantarse temprano para dejar la comida lista ya que culturalmente es la expectativa. Tiene que alistar los niños para llevarlos al colegio y dejar la casa limpia, porque de nuevo es la expectativa. No solo eso pero las Latinas tenemos una presión social gigante de cómo vernos y tenemos que estar siempre arregladas. Después con la poca energía que nos queda tenemos que ir al trabajo a dar 200% para lograr algún día un incremento en nuestro salario. Lo cual estudios muestran que estos incrementos son mínimos.
Muchas especulaciones existen sobre el tema por el cual las Latinas son las mujeres con menores ingresos. Falta de educación, priorización de la familia, machismo, falta de documentos, temor a exigir un pago o incremento de salario; son unas de las muchas especulaciones sobre el tema. Sin embargo, pienso que es algo muy cultural. Las Hispanas y Latinas venimos de una cultura en donde es más valorado lo que hace nuestra pareja vs nuestro propio esfuerzo. Somos las encargadas de los trabajos de la casa como cuidar los niños, alimentarlos y recogerlos del colegio. Todavía caemos en el error de decir nuestra pareja nos ayuda con los niños u oficios del hogar cuando realmente se esta cumpliendo con un trabajo de pareja y no algo basado en roles de género. Todavía las mujeres Hispanas y Latinas nos sentimos culpables por invertir tiempo en nuestras carreras y socialmente es esperando que no lo hagamos. Adicionalmente, cuando llegamos a este país no exigimos las normas y expectativas de equidad de pago. Nos conformamos con el salario que se nos presente y tenemos miedo a exigir un pago justo basado en nuestros talentos. Como ejecutiva de la banca por años siempre tuve que pelear que se me pagara lo que era adecuado. Nada más frustrante para una mujer Latina bilingüe en Estados Unidos encontrarse con la realidad que gana mucho menos solo por ser Latina.
Pero lo hermoso de todo esto es que estamos en una generación nueva que está evolucionado, que está exigiéndose más, una generación de mujeres que sabemos nuestro valor y no dejaremos que nadie nos pague menos de lo que merecemos. Una generación de mujeres empresarias, emprendedoras, de mujeres que estas rompiendo estereotipos y asistiendo a la universidad. Generaciones de mujeres apoyándonos y valorándonos. Una generación que está buscando y luchando por una calidad de vida. Por eso las mujeres ya no lloran, las mujeres facturan.
#equalpay #DiversityMatters
https://www.census.gov/library/stories/2022/03/what-is-the-gender-wage- gap-in-your-state.html
https://www.cnbc.com/amp/2022/12/08/latinas-lose-1point2-million-over- their-careers-due-to-the-pay-gap.html
